INGREDIENTES:
1 barra de pan del día anterior
3 vasos de leche.
2 huevos.
una corteza de limón
Aceite de oliva (al que le gusten mas
con aceite de girasol que ponga girasol)
Un vaso de miel de romero
Dos vasos de agua
PREPARACIÓN:
En una fuente se pone la leche caliente
con el azúcar y la corteza de limón se va mojando el pan, dejarlas remojar unos
minutos para que se empapen bien y se va poniendo en un plato.
A continuación, se baten los huevo, se
pasa el pan por ellos y se pone a escurrir.
En una sartén amplia se echa aceite de
oliva y se pone al fuego. Cuando el aceite esté caliente, se van friendo las
torrijas.
Deshacer la miel con el agua y cocerla
durante unos cinco minutos para conseguir un almíbar.
Cuando esté la primera tanda de torrijas
doraditas, que no se te quemen ni las dejes oscurecer, se echan directamente en
la miel y se dejan que se empapen bien.
Se van sacando a la fuente y así
sucesivamente, hasta que se hagan todas.
La miel sobrante se le echa por lo alto
a las torrijas.
Es conveniente que cuando se vayan
sacando para comerlas, se empiece primero por las de abajo, y las que están más
arriba ir las poniendo en la miel.
Todo ésto se hace porque las de arriba
se quedan más secas, al no llegarle la miel. Si se va haciendo así, cuando se
cojan las siguientes estarán también jugositas.
Que buena pinta que tiene
ResponderEliminarSe ven riquísimas
ResponderEliminarTienen que estar muy ricas con la miel, así no las he probado, gracias por la receta.
ResponderEliminarQue delicias
ResponderEliminarUna pinta deliciosa, y por unos días que le den a la dieta, ideales
ResponderEliminarme encantan las torrijas
ResponderEliminarSe ve super bueno facil de preparar
ResponderEliminarDelirico como dicen en mi casa !!
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